Palabras para Antonio Zarco
A. Zarco. Jardín del Príncipe de Anglona. Madrid, Mayo 2011. |
Si pudiera llegar a lo inalcanzable, en este momento
saldría camino de tu casa para escucharte otro día, acerca de cómo
funcionan los colores, mientras los mueves levitando entre cartones, sobre
un tablero durante horas y explicas su
teoría, creando algo nuevo, entre lo mágico y lo espiritual; porque
cuando hablabas, eso que enseñabas, trascendía
en algo que llegaba más allá de lo mental, de lo
racional, y nos enganchaba cuando te escuchábamos aquello
que no era solo una lección, también un acto de creación; pero
como te has marchado y no me dio tiempo a decírtelo ,te envío esta carta.
Aprendimos contigo cuando nos
enseñabas en la asignatura de Paisaje en el último año de
Bellas Artes, a principios de los 90, a observar y ver el paisaje no
solo como un objeto sensible, dentro de ese “castellanazo”, que te
salía puro, fresco, y espontáneo, también, como un objeto “sentible”, y cómo
era una parte, de los tres elementos inseparables: la forma, el
color y la materia .
Aprendíamos a ver y también animados
por ti, a salir fuera y lo importante que era conocer otras
culturas. Y con ese ánimo que trasmitías, me marche unos años a vivir a Italia.
Realmente fue un espectáculo escucharte hablar del
Relativismo del Color delante de tus cuadros, como en tu pintura “La
Siesta”, un juego que armoniza la saturación de los colores. En palabras tuyas: "Los colores vibran,por ejemplo,aquí no hay azules,están cerca de los amarillos,con una veladura de negro"
Pintor intuitivo, reflexivo, de larga
trayectoria y recorrido, siempre investigando, incansable creador, con un
conocimiento sorprendente de la forma, el color y del espacio.
Pasados unos años cuando volví de Italia, nos
reencontramos en la comisión de cultura del Movimiento 15M y compartimos
momentos que quedarán siempre en las calles, como cuando hablabas de la
historia de nuestro barrio, La Latina, entre anécdotas y pinceladas de arte,
que mantenían en silencio a la plaza, mientras te escuchábamos con atención.
Querido amigo, pintor, profesor y compañero del
Movimiento 15M, gracias por todo lo que nos enseñaste y aprendimos
de ti, por tu generosidad y el trato tan humano y cercano como artista y
persona, que solo los grandes, sois capaces de conferir de manera tan sutil y
brillante, haciéndonos sentir protagonistas.
A buen seguro dónde quiera que estés, ya estarás
enseñando tu saber, entre pinceladas de humildad , alegría y verdad, como algo
inseparable y parte de tu ser, lo autentico de un gran artista, maestro de
pintores.
Ahora disfrutaremos contigo contemplando tu obra.
Agustín Benito Oterino